Fascistas Asociados ESpañoles.
PSOE y PP se han enzarzado en un debate sobre la energía en el país. En plena crisis del petróleo hay razones para interrogarse sobre el modelo energético español. Ambos partidos han elegido el carbón como materia de discrepancia. Llama la atención que riñan por ese motivo, cuando ambos participan del discurso carbonero, que consiste en poner los intereses de la minería en el centro del discurso regional. El PSOE hace uso un informe de Faes, para asegurar que el PP quiere cerrar las minas, y el PP le acusa de falta de compromiso con el carbón. Los dirigentes socialistas ponen sobre la mesa el recurso de Feijó contra el decreto de ayudas al carbón nacional, para decir que el PP es un aliado de los intereses de Galicia. Los populistas reivindican un «plan energético serio», una expresión que recuerda la fórmula de Rajoy; es decir “ como Dios manda “, que es la manera de plantear que debe hacerse bien , o sea lo que ordenen las eléctricas, pero sin aclarar cómo.
Aznar emplea la plataforma de Faes para contar lo que le hubiera gustado hacer pero no tuvo "cojones" para llevarlo a cabo.Envió cantidades ingentes de dinero a cualquier sitio, excepto para las cuencas mineras, ofreciendo planes de prejubilación sumamente generosos, pero se olvidó de la reindustrialización. Carece de autoridad moral para aconsejar recetas sobre cierre de explotaciones. La discusión entre unos y otros es tan electoral, como irreal puesto que el objetivo de ambos es acabar con la minería lo antes posible y con el mínimo coste social, es decir mientras menos se invierta en las comarcas mejor.
Sin embargo, el debate energético es pertinente, las empresas mineras y los mineros quieren y deben de saber que papel va a jugar el carbón en el futuro de este país y por ende en el suyo.
La ofensiva contra el carbón nacional la inició la Xunta de Galicia (en manos del PP) y la culminó esta semana la fundación de fachas del Partido Popular , Faes; dirigida por el ex presidente José María Aznar. Y es que la organización presentó un informe sobre la estrategia energética a seguir en el país que acaba con una conclusión clara: España debe acabar con el consumo de carbón y con las ayudas públicas o lo que es lo mismo, con la actividad minera.
El estudio, según aseguró Aznar durante la presentación, se realizó a petición del número uno del PP, Mariano Rajoy. “Faes recibió el encargo del presidente nacional del PP de estudiar el problema de la energía”, indicó Aznar. Solo le faltó decir..y como exterminar la minería apostando por el gas y las nucleares.
Lo cierto es que las conclusiones de la fundación del PP son contundentes en contra de la minería. Primero, enfatizan que el carbón español “es caro y de baja calidad” una falacia a la que ya están acostumbrados los mineros. El estudio entiende que con estos dos argumentos, la actividad debería estar eliminada hace tiempo. En ese punto, el informe pone el foco en un condicionante que, en su opinión, ha hecho posible que los pozos sigan abiertos. “Las presiones corporativistas y sindicales que distorsionan el mercado y la libertad de empresa”, según reza el documento. Un fundamento cuanto poco curioso, ya que desde el PP siempre se ha hecho gala de haber sido la formación que firmó los grandes acuerdos con los sindicatos mineros en 1997. Parece que reconoce así que fue presionado y chantajeado por los sindicatos y las empresas para llegar a dichos acuerdos, mientras de puertas afuera daba la imagen de político responsable, duro e intransigente. Más cinismo ya no puede caber en este personajillo.
El impacto medioambiental del carbón es otro de los puntos débiles que desde FAES ven en la minería. La fundación prosigue con más palos. En este caso y barriendo para casa, el informe duda de que los avances tecnológicos en materia de captura de CO2 merezcan la pena ante “sus elevados costes” de producción.
Pero una de las críticas más feroces de la fundación de Aznar va dirigida contra las ayudas públicas al sector, claves para la supervivencia de las minas y de los miles de puestos de trabajo en Asturias, León y Palencia. El estudio de FAES arremete contra las subvenciones recibidas cuando, entre 1980 y 2010 se perdieron más de 40.000 empleos. “Cualquier ayuda habría estado mucho mejor empleada en la reconversión profesional que en alargar la agonía de unas explotaciones deficitarias.”, concluye. Lo que no dice es la cantidad de millones de euros que destinados a las zonas mineras, nunca han llegado, pero si se han repartido para los ayuntamientos que gobernaban.
La reflexión de la organización pepera choca de nuevo con los argumentos que durante años defendió el PP y en especial, el gobierno de Aznar. Los populares siempre han enarbolado la bandera de haber sido la formación política con la que menos pozos se cerraron, en contraposición a la extinción de las explotaciones llevadas a cabo durante el ejecutivo socialista de Felipe González. Además, sin ayudas difícilmente se hubiesen podido poner en práctica las prejubilaciones mineras, un dato que de nuevo choca entre lo que defiende ahora Aznar y lo que hacía cuando era presidente, ese es el precio que hay que pagar por haberse vendido a las eléctricas. Y es que durante su gobierno se registró la cifra más alta de prejubilados ya que preveían 11.000 y se fueron casi 17.000. En el plan minero firmado con el PSOE (2006-2012 ) hay previstas 4.700 prejubilaciones.
Y es que los enemigos del sector surgen a diario; no solo Vidal Cuadras y Feijó del PP, Almunia del PSOE, las organizaciones ecologistas Greenpeace, Client-Earth y WWF que solicitaron días atrás al Tribunal de Justicia de la UE participar en el proceso contra el real decreto, los Verdes de Laciana; sino que ahora y como eran pocos “parió la abuela” en este caso el pequeño “hijoputa”.
Pues haber que dice ahora el pequeño hijoputa despues de ver lo que se ha liado en Japón. Seguro que seguira diciendo que la nuclear es limpia, segura y barata.
ResponderEliminarY para joderle más hoy sale Marianico el corto, diciendo que hay que echar mano de todo tipo de alternativas energéticas, entre ella el carbón y claro por último dijo que de la nuclear tambien, pero con la boquilla pequeña, por si acaso.
A la mierda los dos y las nucleares, haber si se van a vivir a los pueblos de los alrededores donde están instaladas.
Al asnar solo le faltan las orejas y el rabo, perdón el rabo.
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