La Historia nos lleva exponiendo los peligros reales que comportan las centrales nucleares que necesitamos para producir energía, pero que nos pueden matar, lisiar y continuar haciéndolo durante siglos hasta exterminar la vida en el Planeta.
Mis nietos no tienen culpa de que yo para vivir por encima de mis necesidades aprovechara mal las fuerzas de la Naturaleza. Mis nietos vienen desnudos a la vida esperando comer manzanas de unos árboles que no debieran pertenecer a nadie, ni a los dioses ni a los hombres.
Las zonas en donde un accidente nuclear se produce quedan tan inutilizadas para el asentamiento de vida como cualquier territorio lunar y solo contamos en estos cincuenta años pasados con cuatro o cinco accidentes de este tipo que no han sido superados, pues contaminaron atmósfera, subsuelo y capas freáticas para durante 70 mil años.
Pensemos que podría ocurrir en un paìs como España si hubiera un accidente grave en el centro de la península Iberia ¿A donde iríamos?
Yo no conozco las soluciones, solo los problemas y las preguntas; pero es que me he dado cuenta de que ningún responsable es mas inteligente que yo mismo y eso es lo que me preocupa mucho porque no puedo confiar en ellos.
Si Europa existe hoy es porque miles de soldados soviéticos dieron su vida en Chernobyl por nosotros, evitando la fuga que se producía de un núcleo fusionado en contacto con la atmósfera. Lo hicieron a sabiendas de que perderían la vida, porque no existe medio de impedir la contaminación radiactiva de un núcleo en fusión. Y no aprendemos.
Los periódicos informan de que, en torno a la central de Fukushima, hay cesio radiactivo en el aire. Esto significa que se han fundido las barras de control del reactor que son de cesio y en parte se han vaporizado y escapado a la atmósfera. Es decir, que por más que intenten disimularlo y utilizar eufemismos, se ha fundido el núcleo del reactor. Se trata de otro accidente como el de Chernobil. Lo cierto es que el reactor afectado está fuera de control. Sus componentes son ahora una masa informe donde se sigue produciendo una reacción nuclear.
Como niños que juegan, hemos encendido el fuego nuclear y, a causa de un accidente, no podemos apagarlo.
Es posible que la única opción sea la que se llevó a cabo en Chernobil: sepultar el reactor en toneladas de arena. Pero para eso hay que acercarse... y convertirse en héroe. Como en Chernobil.
Es mentira la viabilidad económica de las nucleares, cuya construcción se acerca al billón de las antiguas pesetas. Todas las plantas construidas han recibido subvenciones de sus estados (incluido EE.UU.) y no imputan los costes (altísimos y a muy largo plazo) de los cementerios del combustible nuclear que perdurarán durante cientos de años y seguirán pagando las generaciones futuras (espero que más civilizadas y ecológicas que nosotros)
La energía nuclear es para locos irresponsables y egoístas mezquinos, además que para gente autoritaria que quiere imponer a los demás su irresponsabilidad mortífera. La energía nuclear no se puede imponer con la escusa de que es así lo que quiere la mayoría; es como si se justificara que el holocausto judío fue lícito porque así lo quiso el pueblo alemán ya que fue la mayoría la que los subió al poder. Las mayorías no tienen por qué tener el derecho de llevar a las minorías al suicidio colectivo
Las cosas pintan mal; no somos tan estúpidos como para no verlo. En determinados momentos parece que incluso todo el tinglado se puede ir al traste, lo cual no sería tan malo si no nos arrastrara a todos detrás. Pero la utopía consiste en ser capaz de ver que es posible el verdadero cambio; en continuar realizando pequeños grandes cambios cada día, o caminar hacia un cambio mayor, fundamental. La economía parece habernos traicionado, pero la economía no es más que una manifestación de la suma de muchas pequeñas decisiones individuales, dirigidas, eso sí, por la batuta de la política. Y eso es lo peor, que algunos políticos nos dan la espalda (aunque lo nieguen con su palabrería), y sólo trabajan para los más poderosos; pero necesitan que les sigamos el juego, el juego de la falsa democracia. ¿Qué podemos hacer? No seguirles el juego, informarnos, pensar, unir nuestras fuerzas, comunicar, compartir información y experiencias. Esto puede ser el inicio de una verdadera revolución social.
Bien es cierto que no sabemos qué hacer ante la situación de un accidente nuclear, y como bien dices tampoco lo saben los expertos, cosa que no nos consuela por otro lado. Ahora bien, sí que podemos pedir el cierre de todas aquellas nucleares que están agotando su vida productiva, y de paso ir pensando en cambiar el sistema energético a nivel mundial, porque de esta forma no sé si ni siquiera tendremos opción de tener nietos que puedan comer esas manzanas. Un poco de seriedad a la hora de tratar estos temas a nivel mundial, y no a salir a los medios con la osadía de decir que nosotros estamos libres, porque eso es algo impredecible.
ResponderEliminarLo que es una utopía es pensar que a medio plazo el mundo va a funcionar en base a las tecnologias que llaman limpias.Algunos intentan liquidar como sea el carbón y defienden las asesinas nucleares. Hace poco asistiamos a una ofensiva de las nucleares y hoy, despues del varapalo sufrido, salen los tertulianos televisivos y pagados por las eléctricas, casi siempre de la derecha eso sí, como una jauría de perros en defensa de las mismas. Me parece un calco de cuando la CIA pagaba a los periodistas para que hablasen bien de la guerra de Irak.Puto país.
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