
Los pobres quieren ser ricos, los ricos más ricos aún y el más rico de todos resulta tener migrañas o daría hasta el último euro con tal de recuperar a su difunto perro Troski. Nos cuesta diferenciar la ansiedad buena de la mala (la primera nos empuja a vivir; la otra nos come por dentro). En cualquier caso, consumimos Trankimazin para las subidas y Prozac para las bajadas. Y cuando acecha el vacío, cortamos cebolla como coartada para llorar y esas lágrimas nos reconcilian, otra vez más, con el mundo.
Las telenovelas nos enseñaron a amar, Facebook a hacer amigos y los bancos a comer zanahorias sin usar las manos. Tenemos correctores de ojeras y de orejas, alargadores de pene, sostenes chinos milagrosos, futurólogos a 1,16€ el minuto (impuestos indirectos no incluidos), taxis de puerta a puerta, 51 canales, camisas con la marca en el pecho, depilación láser, mascotas, fútbol, planes de pensiones, tarjetas navideñas en la web, revistas del corazón, hijos y nietos que nos harán inmortales, zoos, cruceros, cigarrillos electrónicos, el 112, platos precocinados, estampitas del Santo Padre, putas a domicilio y políticos disfrazados de corderos. La culpa siempre es del otro, ¿habeis visto lo de Tunez y de Egipto?, esos sí que tienen huevos y me cago en los sindicatos.
Y ante el temor de la crisis compremos sofás más cómodos. Por si la espalda.
Generalmente damos nuestras opiniones a los demas como reflejos propios de lo que somos o de lo que queremos ser, lo importante es saber y reconocer que podemos tener fallos, errores y enmendarlos en el camino, todos actuamos frente a las circuntancias que se nos presentan y quizas tengamos la facilidad, el don de poder ayudar a otras personas.
Diria que no te critiques, no te llames hipocrita, solo comienza a releer tus propios consejos y como afectan ellos en tu vida y en la vida de los demás.
¡Vamos! ya es hora de asumir las cosas, levantar la cabeza, secarte las lágrimas y seguir adelante.
El juego se acabó.
Estoy completamente de acuerdo con lo que cuentas. Estos días las tiendas de sofás, no dan aguante a surtir la mayoría de los hogares de Laciana. Cuando será el momento en que se tomen medidas que saquen el pueblo del ostracismo que se padece, y se manden a un sitio, que no quiero mencionar, a los que con mejor voluntad que conocimientos llevan las riendas ??.
ResponderEliminarCuando se quiera aplicar el remedio al enfermo, lo único que vamos a poder hacer, es ponerle alguna vela a Santa Bárbara, y si ella puede, que lo dudo, nos ayude.
El único remedio para esta enfermedad que padece el valle, esta enfermedad que entra ya en una fase terminal, aquello que se considera ceguera del destino es en realidad propia miopía y hay que tratarla como tal. Nos tapan los ojos con las prejubilaciones y ahí está en realidad nuestro punto débil porque así no vemos más. ¿Qué pasa con el futuro de Laciana? ¿dónde está el empleo alternativo que contempla el plan del carbón por el que ha luchado esta comarca? ¿dónde esta el futuro nuestro y de nuestros hijos, en las prejubilaciones? ¿dónde están las fuerzas políticas y sindicales?...
ResponderEliminarAunque el orgullo no es una virtud, es padre de muchas virtudes ¿dónde lo tenemos nosotros? Buscando el bien de nuestros semejantes, encontramos el nuestro y esta miopía que padecemos no nos lo deja ver así.
CHAVITO
La miopía chavito, se soluciona con gafas correctoras y así se puede ver la papeleta que se mete en las urnas en las próximas elecciones municipales. Lo malo es que algunos aparte de tener orejeras usan gafas de madera y por eso se estrellan una vez tras otra contra el mismo muro.
ResponderEliminarLo del futuro de Laciana ya es un tema más complejo, y además; ¿tu crees, de verdad, que le interesa a alguien?
FlorDeLis.
ERES UN CRAK JOTAELE, AUNQUE NO LO LEI, JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA, PERO LO LEERE.
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