martes, 1 de febrero de 2011

NUESTRA TIERRA


Los mineros tienen el humor que se encuentra en la contemplación del tiempo que pasa sin sentido alguno aparente. Es el humor del visionario cínico, aunque por ello no pierden su talante. Utilizan el sarcasmo porque son conscientes del cambio, el futuro , en lugar de ofrecer continuidad, parece que frena su ritmo, retrocede y se planta en la noche de los tiempos. Les sucede algo parecido a lo que vivieron en su experiencia en la cueva: se sintieron apresados sin posibilidad de regreso; embutidos en un largo tunel cerrado por los dos extremos. La montaña es la que hace el destino de la tribu. El tiempo lineal que guiaba a los viejos campesinos se ha cuarteado como una veta mal empostada. Ahora saben que su futuro es el pasado y lo actualizan y se recrean en él para no sentirse apresados.
Los tiempos de bonanza han pasado y la amenaza del carbón extranjero deprime el ánimo, atrofia los presupuestos y engorda las despensas de las centrales térmicas. Se respira una desazón generalizada y un viento desapacible clava, en las nucas tiznadas, su rejón frio. Hace apenas unos años la gente mantenía una sensación de empuje social, creía que sus obras podían determinar el curso de su destino colectivo.
La vida entonces no era sino lo opuesto a lo que es ahora: un cielo que parece un mar violento que presagia un naufragio.

4 comentarios:

  1. Tal vez interese hacer ver que el Valle no tiene futuro, y la realidad no es esa. Al igual que la llegada de la minería supuso un cambio radical en toda la vida social y económica, el fin de la misma será otro cambio. El futuro del Valle está fuera de la minería, y será aquel por el que todos nosotros querramos pelear. AHORA TOCA EXIGIR A LAS ADMINISTRACIONES QUE LAS INVERSIONES SEAN PARA EL VALLE Y NO PARA UN EMPRESARIO EGOISTA QUE NO VE MAS ALLA DE SU OMBLIGO, O DE ALGUN TRASERILLO....

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  2. Claro que el futuro del valle ya no pasa por la minería, pero creo que tampoco va a depender de lo que nosotros queramos pelear, más bien de la apuesta política de la JUnta de Castilla y León y del gobierno central que toque. Por lo demás ganas de pelea no parece que que haya mucha, lo que si hay es mucho conformismo y pasotismo por parte de todos, en los que yo tambien me incluyo.

    Paco

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  3. Las administraciones deben implicarse en este problema que lleva todas las trazas de convertirse en un drama. Pero para eso tenemos que ser fuertes. Se echa en falta alguien capaz de aunar a todos, ya no existen ni en los sindicatos ni en el mundillo político local una o varias personas capaces de afrontar este problema y exigir a las administraciones superiores compromisos y realidades. Qué pena, pero uno, como Paco, reconoce que forma parte del conformismo y el pasotismo generales, porque tampoco está la cosa para andar caminando por la cuerda del trapecista como en otras épocas...
    Para serviros,

    GROUCHO MARX

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  4. Claro que es cierto que hay mucho conformismo y pasotismo pero también hay que añadir egoísmo, sólo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena y si puedo salvarme yo mejor.
    Pero que pase esto en nuestra comarca no es de estrañar cuando en nuestro país hay 4 millones de parados y es latente que no hay ningún tipo de sensibilidad social y recurrimos a lo más fácil "la culpa de los sindicatos". Los sindicatos si no tienen capacidad de movilización poco pueden hacer, no están en tiempos de bonanza, inmersos en un sistema cada vez más capitalista y una sociedad consumista, aunque es cierto que están demasiado aburgesados.
    Nuestra comarca vivió buenos tiempos en los que se era feliz con poco, la gente era revindicativa y había una cultura sindical y empresarial muy diferente a la actual. Ahora a la gente como yo nos toca jodernos, trabajando para un terrorista empresarial que esta respaldado por el gobierno socialista y la señora alcaldesa.
    Una alcaldesa que le cierran el último estandarte de la antigua M.S.P el Grupo Calderón y le da igual y acompaña a Vitorino en un acto social y dice que la reindustrialización ni la hay ni se la espera. De ella claro que no esperamos nada.
    En vistas al cierre de las minas en el 2018, LA ÚLTIMA BALA DEBERÍAMOS GASTARLA EN LA REACTIVACIÓN, EXIGIENDO AL GOBIERNO UN PLAN EXPECÍFICO PARA LACIANA Y QUE SE TRAMITEN LAS AYUDAS DIRECTAMENTE DEL MISMO SALTANDO LA MEDIACIÓN DE LA JUNTA QUE SÓLO LAS UTILIZA CON FINES ELECTORALISTAS Y SIN INVERTIRLAS EN LAS CUENCAS MINERAS.

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