ADIOS PSOE...HASTA NUNCA

Carta de un ex-afiliado al Psoe:

Hoy he tomado una decisión que obviamente cambiará mi "vida política". Tras varias semanas de reflexión y conversación con compañeros/as, he decidido dejar de dar mi apoyo indefinidamente al PSOE y en consecuencia, abandonaré la militancia en su cantera, o lo que es lo mismo, en las Juventudes Socialistas.

Desde hace un tiempo llevo cuestionándome hasta que punto el PSOE es un partido de izquierdas propiamente dicho que adopta y ejecuta actos en pro de la solidaridad, la igualdad, la justicia y mirando siempre hacia el pueblo; y he llegado a una conclusión: el hecho de que existan militantes de izquierdas no significa que un partido sea de izquierdas y actúe como tal. Mentiría si dijese que muchos de sus militantes no lo son, pero lo que desizquierdiza al partido es la existencia dentro del mismo de otros de muy distinta ideología, de monárquicos, de seguidores del social liberalismo de centro-derecha, de fans incondicionales del capitalismo y el consumo, de falsos marxistas, de dirigentes que pactan con la derecha, de "cargos" que anteponen el lucro propio al interés común o entre otros, de aquellos que defienden a capa y espada el aburguesamiento del socialismo, vulgarmente conocido como socialdemocracia.
Como mínimo, la salvaguarda de la dignidad debería de ser unos de los principios que todo político debería mantener como valor principal en su interior. En pleno siglo XXI hace ya tiempo que los políticos vendieron a los mercados dicha dignidad.
No me cansaré de decir hasta la saciedad que tal y como se indica en nuestra Constitución -cuyo articulado se encuentra violado casi en su plenitud- el pueblo es el legítimo soberano. El PSOE destaca en sus siglas, en su ideología abandonada y en su ideario original dos palabras: SOCIALISTA y OBRERO.

El obrero dejó de ser escuchado hace más de una década por ser considerado una clase minoritaria. La crisis actual que atravesamos ha refundido la clase obrera con la clase media en una única clase la cual está siendo víctima de recortes, medidas denigrantes, opresión de libertades y precarización en general. Esta clase a la que originariamente rindió cuentas el PSOE y de la que surgió, no está siendo oída bajo ningún concepto por el partido en la actualidad.

Felipe González -al que admiro parcialmente solo en sus comienzos- abandonó en su día el socialismo marxista para abogar por la socialdemocracia. Esta técnica supuso olvidar la lucha contra el capitalismo para pasar a formar parte de él y modificarlo internamente -algo que puede llegar a ser utópico-. Desde entonces el socialismo se vio degradado con el paso de los años hasta llegar al punto en que sólo se llevan a cabo medidas propiamente socialistas en materia de igualdad. ¿Es por lo tanto el PSOE un partido socialista por defender el aborto, el matrimonio homosexual, la igualdad y paridad, o los derechos de las mujeres? Rotundamente NO puesto que en materia fiscal o económica sin ir más lejos, el PSOE continúa bajándose los pantalones ante  el Partido Popular, verdugo elegido democráticamente por la ciudadanía estafada; ante los mercados, ante la gran Alemania y ante la Comunidad Económica Europea.

Ha sido necesario entrar dentro e interactuar con ellos para confirmar lo que tanta gente me advirtió, pero para ello era necesario que elaborase mi propia conclusión: creo que soy demasiado de "izquierdas" para formar parte de esta mentira, y no por abandonarlos dejo de ser menos socialista sino que este se fundamenta en que ellos no lo son.

En el mes de septiembre me era imposible seguir defendiendo los actos del PSOE, pues aunque militaba en sus juventudes, indirectamente lo estaba apoyando desde su cantera. La gota que colmó el vaso fue el voto negativo en el Congreso por parte del PSOE para que se llevase a cabo un referéndum acerca de las medidas de recorte del Gobierno Popular. ¿Votan en contra y luego acuden a la manifestación contra los recortes? Populismo puro y duro. No obstante ya se demostró en meses anteriores como los dirigentes socialistas se han subordinado voluntariamente ante el Partido Popular cuando les tendieron la mano para realizar un pacto con ellos mientras el resto de partidos le daban la espalda. ¿Buscan el poder a cualquier precio? Si es así, esta no es mi lucha.

Por eso mismo he decidido abandonar el apoyo al PSOE porque estoy cansado y quemado. Por un lado estoy cansado de ver como los dirigentes socialistas desde el Congreso faltan una y otra vez a su palabra, como se deja de un lado a la militancia siendo siempre la suya la última opinión a escuchar, quemado de ver como se reservan cargos institucionales a los que tienen "padrino político", cansado de mentiras, bulos y calumnias, de ver como prima pisotear al compañero para subir a lo más alto antes que tenderle la mano, de estar representado por una oposición light que hace de todo menos oposición, de que continúen saliendo una y otra vez más casos de corrupción. ¿Esto es política? Si la respuesta es que sí, seré vulgar y diré que la política es una auténtica MIERDA. Basta ya de seguir ensuciando las siglas del partido de Pablo Iglesias y los tipógrafos constituyentes, basta ya de seguir vendiendo lo que no es, de pactar con la derecha. Hay un dicho que enuncia: "cuando la izquierda pacta con la derecha, se convierte en la derecha". Esta es la obra y vida final del Partido Socialista Obrero Español, un partido que fue referente del movimiento obrero español, que alcanzó la gloria y el poder, que se mantuvo vivo durante una larga dictadura y que acabó convirtiéndose en un partido nada transparente, manchado por la corrupción, el interés y la falsedad.

Me entristece dejar de apoyar al PSOE y tener que abandonar la militancia en JSA, pero estoy profundamente decepcionado con los actos del partido, y sería indigno seguir faltando a los valores inherentes a mi persona. Si todos actuasen como yo, motivados por principios y valores, la política sería otra historia.

No debemos olvidar que tenemos todos y todas que ser responsables de nuestros actos y como único responsable de los míos he decidido abandonar el apoyo al partido para unirme al legítimo soberano, el que merece ser escuchado en primera instancia y cuyo bienestar debe ser primordial: EL PUEBLO.

Por suerte he conocido a personas muy válidas políticamente y en las que delego mi última esperanza de cambiar de rumbo hacia la izquierda.

SALUD Y REPÚBLICA