viernes, 11 de octubre de 2013

POR LA DEFENSA DE UNA MINERÍA DEL CARBÓN AL SERVICIO DEL PUEBLO


Despues del largo periodo vacacional y retomando la actualidad no puedo pasar sin incluir este acertado artículo deL amigo Antón Saavedra, con la intención de que algunos en nuestro Valle se puedan quitar las orejeras y ver algo más allá de sus narices.




CONFERENCIA DE ANTON SAAVEDRA “POR LA DEFENSA DE UNA MINERÍA DEL CARBÓN AL SERVICIO DEL PUEBLO” EN L’ ENTREGU, EL 10 DE OCTUBRE DE 2013.

10 Jueves oct 2013



Antes de comenzar mi intervención quiero que mis primeras palabras sirvan para mostrar mi gratitud a los miembros de la directiva del Centro Social “LA SEMIENTE”, organizador de esta charla-debate, por la amable invitación que me han distinguido para participar en la misma, así como a todos vosotros por la paciencia que presumo tendréis conmigo durante mi exposición.

En efecto, fueron muchas las asambleas desarrolladas en los pozos Entrego, Venturo, María Luisa y Sotón de este mismo concejo de San Martin del Rey Aurelio, donde me cabe el honor de haber participado para anunciar la tragedia que pesaba sobre nuestra minería del carbón, siempre con la base de los documentos comunitarios elaborados por la Comisión Europea en perfecta connivencia con el gobierno felipista del PSOE, los cuales iban llegando a mis manos de una manera “clandestina”, siendo yo miembro de la mesa del Comité Consultivo de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, llegando incluso a la convocatoria por parte de las Federaciones Estatales de Minería de UGT y CC.OO. de la primera huelga general sectorial en España contra un gobierno socialista, allá por los días 17 y 18 de diciembre de 1985, con una respuesta masiva de los mineros españoles, a pesar de ser combatida, con algo más que insultos y descalificaciones, por los pandilleros somáticos y sus “dueños” gubernamentales del PSOE, en sus niveles federales y autonómicos; los propios grupos parlamentarios del PSOE, federales y autonómicos; la patronal minera, tanto en sus versiones privada como pública; y como no, la inmensa mayoría de los alcaldes llamados “socialistas”, muchos de los cuales siguen limpiándose las lágrimas por aquello que no tuvieron valor para defender…

¿Sabéis cuál fue la respuesta pública, perfectamente constatable en las hemerotecas? Sencillamente, que aquello no era más que otra de las locuras de SAAVEDRONA. Pues bien, compañeras y compañeros: de aquella locura de SAAVEDRONA, hemos llegado a este manicomio de orates, paranoicos, amnésicos y cleptómanos, donde nos encontramos en la actualidad para tratar de salvar los últimos restos del sector minero que el gobierno del Partido Popular se ha empecinado de una manera tan estúpida como insensata en querer acabar con todo de una manera definitiva.

Brigada de SalvamentoPor eso, los mineros y la ciudadanía de las comarcas mineras, con sus corporaciones municipales al frente, tienen, tenemos que movilizarnos ante la brutal reducción de las subvenciones al carbón, que traerá como consecuencia inmediata una no menos brutal reducción del empleo, como estamos viendo recientemente con los despidos y cierres de algunas de las explotaciones mineras más modernas de Europa, como son las del Coto Minero Cantábrico en CERREDO o Pilotuerto en TINEO, a las que seguirán otras en HUNOSA y, con ello, la muerte súbita de nuestras comarcas mineras. No nos engañemos, ni nadie trate de engañarnos: el cierre definitivo de nuestras explotaciones mineras, tal como ha quedado sentenciado en el reciente PREACUERDO DEL PLAN MINERO, suscrito recientemente entre la patronal, el gobierno y los sindicatos de UGT, CC.OO. y USO así lo confirma, cuando “ni siquiera el gobierno sabe cómo garantizar que las eléctricas quemen los carbones de nuestras actuales explotaciones”; y hablar de la muerte súbita de nuestras comarcas mineras, es hablar de la muerte de una parte muy importante de Asturias. Estamos en lo que yo llamo “un viaje de ida y vuelta”, y me explico.

El yacimiento aparece allí, donde lo ha puesto la naturaleza, y en sus alrededores se van formando los poblados mineros – aquí un chigre, allí un comercio, más allá un taller auxiliar de la industria hullera -, así se fueron  conformando las poblaciones de  LAVIANA, LANGREO, MIERES, ALLER, CANGAS DEL NARCEA, TINEO, DEGAÑA y SAN MARTIN DEL REY AURELIO, donde nos encontramos. Con la explotación de los primeros carbones, allá por el año 1780, Asturias daba un salto brusco, pasando de un régimen agrícola, pastoril y patriarcal a un proceso de industrialización trepidante que avanzaba sin descanso. Así emergía Asturias, dentro del contexto nacional, como la gran región llamada a desempeñar la función de abastecedora de esta nueva energía que la tierra había generado en sus entrañas a través de los siglos. Así se iba forjando el carácter de un pueblo; la manera de pensar de los hombres y mujeres de esta región; sus ideales; sus costumbres y ambiciones; sus esperanzas, ilusiones y anhelos; sus disputas, pleitos y enfrentamientos…, pero, si previamente no se creaba ningún tipo de industria alternativa que fuera sustituyendo a las instalaciones mineras cerradas y abandonadas, las comarcas mineras quedarán transformadas en “auténticos parajes lunares”.
Antón Saavedra y Manolo Benayes en el Centro Social "La Semiente",el 10 de octubre de 2013.

Antón Saavedra y Manolo Benayes en el Centro Social “La Semiente”,el 10 de octubre de 2013.

Si alguien a comienzos del pasado siglo, hubiera querido visitar las zonas más dinámicas y prósperas de España, habría tenido que empezar por cualquiera población del valle del Nalón, Mieres y Gijón, entre otras zonas de Cataluña o Vascongadas. Mientras el resto del país sufría un atraso secular y miraba la revolución industrial como algo muy alejada de la realidad española, Asturias destacaba como una región moderna, con potentes industrias y una muy próspera burguesía que se enriquecía con nuestras minas, los altos hornos, la siderurgia, la construcción naval y otras muchas y potentes industrias.

¿ Que ha pasado con una región como la nuestra que, habiendo sido uno de los motores principales de la industria española, muestre unas cifras descorazonadoras, a las que ningún gobierno ha sabido darle la vuelta, pasando de ser una región pujante, industriosa y emprendedora, a quedar  convertida en una zona subsidiada y de muy lento, por no decir nulo crecimiento ¿ ¿Qué ha pasado con nuestra región que, de ser importadora masiva de mano de obra procedente de otros lugares esté perdiendo lo más importante para el futuro: LOS JOVENES, cuyo destino es el exilio forzado “a no se sabe dónde”, por falta de expectativas?

Desde hace mucho tiempo, de una manera permanente y machacona, se nos viene echando en cara a los mineros, al pueblo asturiano, de que somos un sector subvencionado, y es verdad, pero se silencia que por cada euro de subvención que recibe el carbón, el estado español recibe 3,3 euros en la imposición directa y, lo más importante, se silencia que por cada empleo minero se generan hasta tres puestos de trabajo entre indirectos e inducidos. En este mismo orden de cosas, ¿ha calculado el “ministro bananero Soria” cuántos euros se ahorraría el estado español de la costosísima factura energética que tenemos que pagar todos los contribuyentes españoles por esa brutal y peligrosísima dependencia del exterior – en torno al ochenta y dos por cierto -, si este gobierno apostase de una manera sensata por nuestros carbones autóctonos? ¿Por qué ese afán, me pregunto yo, a la hora de señalar a nuestros carbones como receptores de ayudas estatales a su necesaria explotación? ¿Por qué no los gastos del ejército y la policía, o las carreteras, o las subvenciones millonarias a fondo perdido para la banca y las empresas privadas, por no hablar del impuesto de patrimonio a las grandes fortunas? Por cierto, ¿dónde se equilibran los presupuestos del ministerio del Interior o los del Defensa, Educación o la Justicia, subvencionados al cien por cien por las arcas del estado? ¿Cerramos la Universidad? ¿Y las cárceles? ¿Desaparecemos la  casa real española?

¡No, compañeras y compañeros! En absoluto se trata de una carencia de medios, sino de un problema  de opciones: de a quien se da y se quita, de qué gastos son prioritarios y, sobre todo, de cuánto se recauda y de dónde. No es un problema de fondos, sino principalmente de cómo se distribuye lo que la sociedad generamos; y el carbón, pese a quien pese, genera riqueza, empleo y bienestar para el conjunto de la sociedad española.

TREVIN EN CHILETal parece, compañeras y compañeros, que este brutal atentado contra el carbón y sus comarcas mineras, llevado a cabo por todos y cada uno de los gobiernos surgidos de la II Restauración Borbónica en forma de bipartidismo PPSOE, lo vienen justificando con palabras como la de la COMPETITIVIDAD; la reducción del empleo bajo la de la RENTABILIDAD y, como les resulta muy difícil encontrar un nombre adecuado para justificar la REDUCCION ABSOLULA DE CARBON, se recurre a la estúpida sustitución de lo que no es sino un PLAN MINERO DE REDUCCION ABSOLUTA POR UN PLAN DE INCREMENTO DE LA PRODUCCION RELATIVA, es decir por un plan de incremento de la productividad, quedando englobadas, todas ellas, en el concepto de RACIONALIZACION.

Sin embargo, lo que ellos llaman COMPETITIVIDAD no es sino el modo, la manera de designar su capitulación ante los criterios industriales y económicos impuestos por las potencias hegemónicas europeas y mundiales; lo que llaman RENTABILIDAD es tan sólo una reducción de los problemas sociales, políticos y culturales a términos contables, de cuenta de resultados; y lo que llaman INCREMENTO DE LA PRODUCCIÓN no es más que un eufemismo para disimular la reducción del empleo. Por eso, compañeras y compañeros, lo que llaman RACIONALIDAD ECONOMICA es precisamente el nombre de la mayor irracionalidad que uno pueda imaginarse en el terreno de la economía política.

¿Cómo se puede comparar la productividad de nuestros carbones con la productividad de los países con mega explotaciones mineras a cielo abierto, como en COLOMBIA, por ejemplo, dónde, según los informes de la mismísima Organización Internacional del Trabajo trabajan más de 200.000 niños y niñas en sus explotaciones mineras, o en la MINERIA AFRICANA donde, según las mismas fuentes de la O.I.T, trabajan otros 200.000 niños y niñas en su minería – solamente en el CONGO trabajan más de 40.000 – por salarios de mierda que nos alcanza ni para un simple bocadillo de mortadela. Esa es la productividad de los carbones depositados en el puerto gijonés del Musel por la GOLDMAN SACHS, a cuyo frente se encuentra el excomisario de la Competencia de la UE, el irlandés Peter SHUTERLAND, sustituido por el exsecretario general del PSOE, Joaquín ALMUNIA; y los directivos de esa poderosísima banca mundial son los que ocupan la dirección del Banco Central Europeo y la del Fondo Monetario Internacional, por no hablar de las presidencias de Grecia e Italia, sin olvidarnos de los renombrados exministros y actuales ministros españoles, como son “la Garmendia del PSOE” y “los Morenés y el Guindos” del PP. Sería como pretender comparar la productividad en la construcción de una vía férrea o autopista por nuestros terrenos increíblemente montañosos, con la productividad de la construcción de vías férreas o autopistas en las llanuras francesas.
Carbón colombiano apilado por la GOLDMAN SACHS en el puerto gijonés de EL MUSEL.

Carbón colombiano apilado por la GOLDMAN SACHS en el puerto gijonés de EL MUSEL.

Seamos serios y sensatos: las fuentes energéticas son escasas, y bajo ningún concepto se pueden ni deben menospreciar, por razones de la dificultad de su explotación, donde quiera que se encuentren. Y esto debieran de saberlo en la UNION EUROPA, si es que se habla en nombre de EUROPA y no de quienes tienen el carbón más fácil, aunque tampoco nadie se debe de escudar, como ha venido ocurriendo hasta la fecha, en los mandatos de la UNION EUROPA, porque, entre otras cuestiones, el TRATADO DE LISBOA otorga a los países total libertad en lo referente al aprovechamiento de sus recursos energéticos. Es decir, son competencia de cada país, por lo tanto esa exigencia de la Unión Europea de cerrar las explotaciones mineras en el año 2018 en absoluto tiene porque cumplirse. ¡Ya está bien de manipulaciones y engaños a los ciudadanos¡ Toda la sociedad asturiana, en su conjunto, debe de saber que no estamos obligados a cumplir las ocurrencias de la oligarquía económica europea, por mucho que lo diga el hombre del PSOE en la misma, el Bilderberg y Trilateralista Joaquín ALMUNIA.

El carbón, nuestro carbón, como el petróleo, está inserto en un sistema industrial, social, en una cultura dada a un nivel histórico determinado y no puede separarse de ningún modo de este sistema; la separación es tan sólo una apariencia para quien está operando instalado en otro sistema. Y esto es así porque el valor de cambio que puede incorporar un producto estará siempre en función del valor de uso. Si el petróleo del golfo pérsico tiene valor de cambio es porque está en función del uso que de él hacen la industria, las centrales térmicas, los automóviles, es decir, todo el sistema económico y cultural. Pero, además, el carbón, nuestro carbón, es también una fuente de energía, hoy por hoy, y durante muchas décadas más, una fuente de energía insustituible, la única fuente nacional de energía de que España dispone. Sobre todo, el carbón, nuestro carbón, fue y tendrá que seguir siendo una riqueza que, como ha quedado dicho, apareció históricamente en Asturias, desenvolviéndose en ella siguiendo la ley de la vida; la ley del trabajo, del dolor y del sudor, pero no por ello dejó de constituirse en víscera del cuerpo de Asturias, casi en el corazón de nuestra región.

Los mineros asturianos constituyeron un modelo ejemplar, casi mítico, y las minas se han forjado luchando con el carbón y con muchas y por otras muchas cosas, entre ellas la LIBERTAD Y LA DEMOCRACIA en nuestro país. Prácticamente, las minas del carbón asturiano fueron una de la fuentes que permitieron la subsistencia y el crecimiento de Asturias, que hicieron posible la industria de las cuencas y de fuera de ellas, constituyendo la base del desarrollo moderno de Asturias y, con él, en una grandísima medida, el de España, y ello quiere decir, lisa y llanamente, que no se puede separar el carbón y quienes giran en torno a este trabajo, sin hacer que se desgarre todo el organismo social y cultural de Asturias, abriendo una gran herida sangrante y muy peligrosa en el conjunto de España.

zNo, compañeras y compañeros, no estamos defendiendo nuestro carbón por una especie de nostalgia, como una “seña de identidad” asturiana, entre otras cuestiones, porque tenemos que ser muy conscientes de que los recursos carboníferos son finitos, y que dentro de cien o más años, las minas se agotarán, y no vamos a ser tan pesimistas como para creer que Asturias no va a sobrevivir al carbón de sus cuencas. De lo que se trata es de no cambiar de la identidad actual por otra más vil y canalla, de no convertir Asturias en un bosque de eucaliptos para fabricar pasta de papel. Y cerrando nuestras minas, como vienen haciendo los gobiernos del bipartidismo PPSOE surgido de la II Restauración Borbónica, estamos condenados a no poder desarrollar nuestra identidad viviente en formas históricas más elevadas. Por ello es preciso apoyarse en lo que tenemos seguro y positivo para poder, desde allí, preparar la transformación. Es posible que sea demasiado tarde para hacer algo por un mundo demasiado viejo, y demasiado pronto para saber algo de un mundo demasiado nuevo.

A veces, compañeras y compañeros, es necesario estar al borde del precipicio para comenzar a caminar en otra dirección. Puede que nos encontremos en una encrucijada, pero estar en la encrucijada es justamente lo contrario de encontrarse en un callejón sin salida. Todo es dar con el camino, y “se hace camino al andar”. Y para andar ese camino tenemos que reflexionar antes de vociferar, tenemos que unir antes que disgregar, porque esa es una tarea de nadie en particular y de todos en general que requiere sumar y no dividir voluntades y esfuerzos, estimular iniciativas, sembrar solidaridades, remontar adversidades como han sabido hacer siempre los mineros, en los momentos más difíciles de la historia del movimiento obrero.

Actualmente ni existe, ni ha existido en nuestro país una POLITICA MINERA CLARA Y DEFINIDA. No existen ya ni planes de producción y consumo objetivamente establecidos, por mucho que se nos quiera hacer ver con el “MARCO DE ACTUACION PARA LA MINERIA DEL CARBON AUTOCTONO Y LAS COMARCAS MINERAS 2013-2018”, firmado el pasado uno de octubre, en Madrid, por el gobierno, la patronal y los sindicatos mineros de UGT, CC.OO. y USO, que no viene a ser más que otro, posiblemente el último “remiendo” en el pantalón del minero. Sólo se aplican medidas puntuales para situaciones desesperadas, reduciendo el horizonte a la situación de cada día, abriéndose camino la idea para todos los detractores de nuestra minería de que el carbón es una maldición. Pues bien, el carbón no es ninguna maldición, es un problema como tantos otros, menor que otros muchos y que tiene, por supuesto, soluciones perfectamente viables desde la triple vertiente de la RENTABILIDAD ECONOMICA, SOCIAL y, sobre todo, ENERGETICA, de cara a la necesaria disminución drástica de nuestra brutal y peligrosísima dependencia energética del exterior.

Por ello, lo que necesitamos, lo que pedimos, lo que exigen los mineros y la mayoría del pueblo asturiano, no es que se reduzca el empleo, ni la producción, ni el consumo de nuestros carbones; ni siquiera que se mantenga en estado estacionario, sino que se aumente, que se aumente la producción absoluta y con ella el empleo. Y que se aumente el empleo, erigiendo nuevas industrias bien diversificadas que puedan acoger a la masa escandalosamente creciente de nuestros JOVENES PARADOS, sin más futuro posible que la droga, la emigración y la delincuencia.
Mujeres del carbón en la postguerra incivil española.

Mujeres del carbón en la postguerra incivil española.

Por si ello no fuera suficiente, al carbón se le ha cargado con el “sambenito” de ser el principal causante de todos los males que atentan contra la vida del planeta tierra por su gran contaminación. En efecto, hace veinte años el concepto medioambiental que estaba de moda era la “lluvia ácida”, después, unos años más tarde, el concepto de moda era el “efecto invernadero” provocado, según los “sabios pronucleares”, por las emisiones de CEODÓS, y en la actualidad se sigue hablando del “efecto invernadero”, cuando el último concepto de moda es el “recalentamiento del planeta”. Hace muy poco tiempo se echaba la culpa del efecto invernadero al anhídrido carbónico emitido por las centrales térmicas. Ahora se admite que hay otros gases, tales como el metano, los óxidos de nitrógeno, los compuestos clorofluocarbonados y otros, que pueden tener un efecto perjudicial sobre el medio ambiente, sin que científicamente se haya demostrado su contribución al “efecto invernadero”, ni siquiera su efecto perjudicial.

En todo caso, la contribución del carbón a los efectos mencionados no tiene la importancia que en un principio se creyó, sino que es bastante más reducida, según los estudios científicos realizados al efecto, destacando la contribución de la “Britisch Coal”, la del Departamento de la Energía de los EE.UU., la de la CIAB, la de CEPCEO y la del Instituto Mundial del Carbón. De todos ellos se puede acotar que la contribución mundial del carbón al “efecto invernadero” está comprendida entre el siete y el quince por ciento. Más aún, si nos limitamos a Europa, que consume el diez por ciento del carbón mundial, estaríamos hablando como máximo de un dos por ciento. ¿Cuánto supone la contribución de los carbones españoles al “efecto invernadero”? De cualquiera de las maneras, el problema “no es de frío, sino de abrigo”. Quiero deciros que es necesario exigir la puesta en práctica de toda la legislación existente, así como todos los medios tecnológicos, que son muchos y efectivos, hasta reducir al máximo su incidencia con el medio ambiente. Por cierto, ¿cuánto vienen destinando los gobiernos del bipartidismo PPSOE en nuestro país para investigar esas tecnologías? ¡¡¡Para que van a investigar, si ya han apostado hace tiempo por el lucrativo y mafioso negocio de la importación de carbón, petróleo y gas!!!

Además, que nuestro país importe carbón de Colombia, Sudáfrica o de la CHINA – sobre todo de la CHINA, nuestros nuevos amos -, en lugar de producirlo en nuestro subsuelo, en absoluto soluciona esos problemas, sino que los traslada. La experiencia ha demostrado que incluso los aumenta. Quien importa carbón obtenido de las minas a cielo abierto de estos países citados y otros, está explotando a estos países económica y ecológicamente. Muerte, represión y saqueo son palabras sin las cuales no podría existir este tipo de explotaciones. Van unidas al igual que van unidos los gobiernos nacionales y las multinacionales, encargadas de llevarse los minerales y las divisas, dejando contaminación, destrucción y alguna que otra migaja.

1985_11_09, Plan del CarbónLas explotaciones a cielo abierto – en España tenemos tristísimas experiencias al respecto – sólo son económicamente rentables cuando los yacimientos afloran en la superficie, se encuentran cerca de la superficie, con un recubrimiento pequeño. Desde un principio, las empresas y los gobiernos levantan grandes expectativas y los habitantes de las zonas ven un futuro esperanzador, como ha ocurrido en Ibias, Valle de Laciana o Degaña, por citar los ejemplos más recientes. Una vez comenzada la explotación, se produce cierta mejoría económica entre sus habitantes, pero en cuanto el mineral a extraer profundiza, las empresas deciden cerrar e irse a otras partes para continuar con su expolio. La mejoría económica se acaba bruscamente, entrando en un periodo de depresión para sus habitantes a lo que hay que sumar el entorno que dejan gravemente dañado y su tierra y aguas contaminadas para siempre por productos químicos y otros materiales tóxicos.

Mirad, compañeras y compañeros: Hace 56 millones de años, un misterioso aumento de carbono en la atmósfera hizo subir la temperatura en todo el mundo, hasta el punto que se fundieron los polos. La causa, según los científicos especializados en el tema, fue una emisión de carbono masivo y, en términos geológicos, repentino. Aquello duró 150.000 años, hasta que el exceso de carbono fue reabsorbido, produciéndose todo tipo de sequías, inundaciones, plagas de insectos y algunas extinciones. Sin embargo, una cuestión ha quedado muy clara, clarísima: el carbón no fue responsable de nada, por la sencilla razón de que le faltaban muchos millones de años para formarse. ¡Ya está bien de escuchar eso de que “si es verde, vale”! ¡¡¡ Y si es negro, como el carbón de nuestras minas, y rojo como el minero que defiende el carbón, el empleo y el futuro de nuestras comarcas mineras, también, no te jode!!!

Muy recientemente, apenas hace un mes, el último informe del Panel Intergubernamental de la ONU sobre cambio climático (IPCC), tan alarmista como los anteriores, sería muy contundentemente contestado por los responsables científicos de la Internacional Science Coalition, dejando claro “el historial ilícito con que cuenta el IPCC – ONU, que incluso incluye recomendaciones reformuladas de asesores científicos expertos para encajar en la agenda alarmista. De forma inexplicable, el IPCC-ONU ha aumentado su confianza de que los gases de efecto invernadero antropogénicos causaron la mayor parte del calentamiento en el último siglo, a pesar del hecho de que sus previsiones siempre han fracasado de manera estrepitosa. Es muy triste que este informe del IPCC – ONU dé a los gobiernos una confianza injustificada para imponer las regulaciones sobre el CEODOS que sean tan severas que las fuentes energéticas más importantes del mundo y combustibles de hidrocarburos vuelvan atrás, sentenciando a miles de millones de las personas más vulnerables del mundo a la miseria en cuánto a la pobreza energética”. En el mismo orden de cosas, el doctor Tim Ball, de la University of Winnipeg, afirmaba que “la reputación del IPCC – ONU es irrecuperable, para añadir a continuación de una manera literal que “los gobiernos, medios y personas deberían por su parte echar un ojo al informe del NONGOVERNMENTAL INTERNATIONAL PANEL ON CLIMATE CHANGE (NIPCC), quien deja demostrado que el equilibrio de la evidencia indica que los cambios climáticos peligrosos causados por el hombre no están sucediendo, algo que todo el mundo, la izquierda, la derecha y el centro deberían recibir como algo bienvenido”.

Desde luego, no seré yo el atrevido que discuta estas cuestiones científicas, pero sí dejarlas perfectamente constatadas POR LA DEFENSA DE UNA MINERIA DEL CARBON AL SERVICIO DEL PUEBLO.

542502_128199630648830_100003763801774_124376_1743294646_nDesde mi punto de vista, pienso que la única solución para nuestros carbones es la NACIONALIZACION DEL SECTOR MINERO ESPAÑOL, desde la investigación de nuestros recursos hasta la transformación de los mismos, pasando por una explotación racional de los mismos, dentro de una POLITICA ENERGETICA AL SERVICIO DEL PUEBLO. Y aquí, tengo que levantar la voz para manifestar que una de las características radical de nuestra minería, es que los yacimientos mineros españoles son bienes demaniales según nuestra Constitución, y ello significa que son bienes públicos y que la administración tiene la obligación de preocuparse y velar su gestión por parte de los concesionarios, sujetos siempre a los requisitos de interés común.

Entretanto, compañeras y compañeros, es tan necesario  como urgente poner freno a esta brutal agresión, llevada durante tanto tiempo por los gobiernos del bipartidismo PPSOE, contra un sector tan noble como el carbón, manteniendo que: “NO PODEMOS ESTAR DISPUESTOS A ACEPTAR EL CIERRE DE MAS EXPLOTACIONES MINERAS SIN ANTES COMPROBAR DE MANERA FEHACIENTE SU SITUACION ECONOMICA, ESTRATEGICA Y SOCIAL; SOSTENER EL NIVEL DE EMPLEO EXISTENTE, ES DECIR, NO PROVOCAR MAS PARO MINERO MIENTRAS NO SE VAYA A LA CREACION EFECTIVA Y REAL DE NUEVAS INDUSTRIAS CAPACES DE ABSERVERLO”.

No creo exagerar si digo que, en gran medida, el futuro de nuestra minería dependerá de que seamos capaces de imprimir una dinámica de acción sindical desde la base en donde la UNIDAD SINDICAL debe de ser el eje fundamental para lograr los objetivos emprendidos, o si se prefiere, para no permitir la hecatombe que se avecina sobre las comarcas mineras, sobre todo a raíz de la firma del “finiquito” tramposo que se recoge en el MARCO DE ACTUACION PARA LA MINERIA DEL CARBON Y LAS COMARCAS MINERAS 2013-2018.

La experiencia nos ha enseñado que la unidad de acción sindical no es algo que se pueda decretar, ni de un plumazo se pueden superar todas las dificultades heredadas, las diferencias de cultura y práctica sindical, los intereses particulares que cada organización defiende. Pero esa misma experiencia, también nos ha enseñado que el camino de la división y el enfrentamiento sistemático, es el camino que nos lleva al fracaso. Creo que en la historia del movimiento obrero no ha habido sindicalista que no haya tenido en su mente el objetivo de la unidad. Pero tenemos que reconocer que todos hemos confundido el tema de la unidad con el de la hegemonía sindical. Y ese es un tema del que se habla muy poco, pero explica, desde mi punto de vista, muchas cosas de las que han pasado en el último conflicto de la minería y en otros conflictos. Pienso, y así lo expreso, que ha sido un desastre el grado de división existente del último conflicto minero, donde ni siquiera los dos sindicatos mayoritarios se han puesto de acuerdo en el color de las camisetas, porque una cosa es la pluralidad y otra muy distinta es el enfrentamiento al que se somete a los trabajadores, como consecuencia, entre otras cuestiones, de la politización y la lucha por los espacios ideológicos.

Es una realidad latente que nos encontramos en un sindicalismo, evidentemente politizado, como todos; lo que pasa es que hay una política de la derecha en sus distintas versiones que también penetra en el sindicalismo. Cada vez que oigo de un sindicato que es apolítico me echo a temblar y pienso: ¿Y a ese sindicato, quien coño lo manda? ¿Qué patrón le manda?, porque le manda alguien ¿verdad? Para mí el apoliticismo sindical, tan grato a los sectores atrasados y a la reacción no encubre sino la imposición burguesa a los trabajadores.

HUELGA MINERA 1985No creo que el problema de la UNIDAD SINDICAL pase por la despolitización, sino por intentar  superar realmente el partidismo existente. Y cuando hablo de la UNIDAD SINDICAL, me refiero a la UNIDAD de lo que es el conjunto del SINDICALISMO DE CLASE. Yo con los amarillos y con el pandillerismo sindical no tengo ningún interés en unirme nunca. Yo hablo de la UNIDAD DEL SINDICALISMO DE CLASE que, vuelvo a repetir, puede y debe de avanzar en un proceso que tiene que pasar por consolidar la UNIDAD DE ACCION SINDICAL.

Pero no basta con proclamar los principios. Hay que ejercerlos cuando de verdad se plantea el conflicto y la colisión entre los intereses contrapuestos. El sindicato, los sindicatos, deben de emplearse para servir exclusivamente a los trabajadores y nunca para servirse de él, de ellos, como trampolín político de ciertas apetencias personales. Y con ello no estoy condenando el apoliticismo. Lo que debemos condenar enérgicamente es la práctica de un sindicalismo dirigido, porque los sindicatos, cuando se convierten en apéndices gubernamentales o de cualquier patronal, pierden la libertad de acción y arrastran a las masas por el camino de la derrota. No podemos ni debemos confiar en aquellas organizaciones sindicales que tienen su secretaría permanente en los partidos políticos, enviando a sus miembros a realizar propaganda gubernamental o de partido.

Para garantizar el éxito de cualquier acción a emprender en defensa del carbón, del empleo y del futuro de las comarcas mineras es totalmente imprescindible rechazar cualquier relación de clientelismo con el poder político y la patronal pues creo que los sindicatos no deben de actuar de una u otra manera en función del color de los gobiernos, sino en función de sus contenidos y sus políticas. Y conste, que no estoy rechazando el papel que tendrían que jugar los partidos políticos, sino defendiendo, siempre desde la plena autonomía sindical, una relación normalizada con todos los existentes a través de una interlocución fluida con todas las fuerzas. Al fin y al cabo, la convergencia en los objetivos de clase a lograr, tendrán que venir dados a través de una combinación de la lucha sindical desde los sindicatos de clase con la lucha política de los partidos verdaderamente obreros en los parlamentos, en los ayuntamientos, con sus alcaldes a la cabeza, y en la calle.

Pero, además, se impone la necesidad de un reforzamiento sindical a través del internacionalismo sindical, encuadrando a todos los sindicatos en confederaciones internacionales, tal y como están organizadas las multinacionales en los distintos sectores, para profundizar en el trabajo conjunto a todos sus niveles.

¿Os parece poca tarea la que tenemos por delante? Pues, ¡venga, pongámonos manos a la obra!

Muchas gracias.

SALUD Y REPÚBLICA.

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